Lecturas de Febrero 2012

Siguiendo mi repaso, algo a destiempo, hoy vamos a repasar las lecturas de febrero.

Ya os hablé de El viento en los Sauces en enero. Me costó un poco más de lo que me imaginaba terminarme el libro; creo que eso se debió al odio que me generó uno de los personajes principales, que además protagoniza casi toda la última parte del libro, el Sr. Sapo. No podía con ese personaje, pero como es un libro infantil al final el Sr. Sapo aprende la lección y se vuelve bueno. No es que antes fuera malo, simplemente egoísta e insoportable.

¿No me digáis que no es chula la portada?

En febrero terminé el último libro que tiene mi biblioteca de Nancy Mitford, La Bendición, que es de lejos el que menos me ha gustado de todos los suyos. El protagonista es un niño manipulador y cansino al que no soportaba; aparentemente los personajes insoportables fueron la tónica general en febrero. Pero eso no ha hecho menguar mi pasión por esta escritora de la que espero poderme comprar sus obras completas en inglés en una edición muy chula de Penguin. Por si esto fuera poco la editorial, Libros del Asteroide, la que ha editado todos sus libros hasta la fecha, ha sacado otra de sus novelas a finales del 2011; espero que saquen las dos que les quedan en un futuro no demasiado lejano.

Hace un montón de años descargué vía emule varias colecciones de novela romántica; en total debo de tener unos 2000 libros, aunque alguno de ellos esta repetido. Hacía mucho que no leía ninguno y a principios de febrero decidí darles una oportunidad y de paso ir ordenandolos. En febrero me leí Amor en Rosa de Lynne Graham que no es muy bueno pero es entretenidillo y se lee pronto. Pertenece a la categoría hombre rico se lía con mujer-con-curvas-torpe-que-trabaja-para-él; es una categoría propia y no reconocida por nadie más, en la que además el hombre rico suele ser "exótico" para la autora; de origen español, griego o italiano. Siempre me hace gracia porque para mi los españoles y los italianos no son exóticos. n_n

Tras volver a descubrir a finales del 2011 a Mary Higgins Clark y saquear parte de los libros que tiene mi biblioteca, hice un repaso de los míos y descubrí un par que no me había leído. La misma canción fue el que me leí, es una mejora notable respecto a los libros que escribe con su hija. La historia es bastante decente, no llega al nivel de Henning Mankell pero como yo no le pido que lo haga, las dos contentas.

Y con esto terminó febrero...