El final

Hace unos días publicaron en ¡Vaya Tele! un reportaje con el final alternativo de How I met your mother, (aqui). Me encantó el vídeo, me hizo recordar porque fui seguidora de la serie durante tanto tiempo y me hizo plantearme qué supone para mi el final de una serie.

Siempre que termina una serie se genera cierta controversia, cada seguidor se imagina el final que desea y con millones de espectadores es difícil contentar a todos; hay personas que defienden que aunque el final no les guste, el viaje habrá merecido la pena. Yo no soy tan magnánima, es posible que siempre piense en la serie con cariño pero... Recuerdo que antes de que terminara Lost quería hacer un maratón de la serie ese verano, no odio la serie y la recuerdo con cariño pero no creo que vuelva a verla en un futuro próximo. Aunque estoy bastante segura de que torturaré, o no, con ella a Miwi dentro de unos años.

Volviendo a How I met your mother dejé de verla hace unos años, pensando que si el final me convencía la retomaría para terminarla. Ya os digo que esto tampoco lo voy a hacer. Siempre he pensado que hay unas reglas no escritas y que aunque quieras sorprender a tu audiencia hay una serie de normas que no deberías romper. Una de ellas es "En una comedia no matas a los protagonistas". Esto es válido para las series de cualquier país; hace unos años leí un interesante artículo sobre High Kick through the roof. La serie es una comedia familiar coreana de 126 capítulos, una especie de segunda parte de otra sitcom muy popular Unstoppable High Kick. El caso es que al final de 126 capítulos el director decidió matar a dos de los protagonista principales en un accidente de coche; para más inri ese no era el final que había escrito el guionista. En fin podéis imaginaros las quejas de los telespectadores.

Me imagino que si después de seguir Padres Forzosos durante mi infancia al final los matan a todos en un incendio me cojo un trauma seguro. Vamos que no vuelvo a ver una comedia hasta que no este terminada y yo sepa que eso termina bien. No es que los coreanos no estén acostumbrados a que sus series no terminen con la muerte de los protagonistas; de hecho si el género es romance tienes que ir con mucho cuidado porque es casi seguro que alguien palma fijo. Pero hasta ahora el género de la comedia lo habían respetado, pueden terminar de forma agridulce pero con todos vivos.

En mi caso no considero que una serie termine mal cuando el final es decepcionante sino también si este se alarga innecesariamente. Siempre me ha parecido que en este sentido las series orientales salen perdiendo en la comparativa respecto a las occidentales. Por norma general en Asia una serie esta escrita desde el principio y se sabe el número de capítulos; que una serie se alargue supone que sus tramas suelen extenderse o crearse alguna nueva que, en cierto modo, rompe el esquema inicialmente planteado para la serie. Recuerdo el final de Coffe Prince a la que le dieron un capítulo más que lo único que hizo fue añadir una especie de epilogo a la serie o un final alargado; fue un episodio que no aportó nada.

Para terminar la peor forma de terminar una serie, es precisamente no terminarla. En este caso los japoneses son los ganadores. Tienen una predilección más que preocupante, en mi opinión, por los finales abiertos. Anego, una de las primeras series japonesas que vi, tiene ese problema y su final sin final me arruinó la serie. No hemos visto 10 capítulos de una serie más un especial para que la cosa quede en tablas, no señores no. He de reconocer que lo los japoneses es de traca porque son capaces de hacer una serie sin final, seguida de un especial que tampoco tiene un final cerrado y seguido de otro especial o incluso una película que tampoco cierra la serie. Desesperante.

Quizás soy un poco puntillosa a la hora de disfrutar del final de una serie, pero quizás es porque en muchas ocasiones cuando termina de una forma que me parece especialmente mala la sensación que me queda es de haber perdido X horas de mi vida. ¿Os pasa también a vosotros, o soy yo que soy muy rara?