Lunes de regla

Hoy ha sido un día bastante horrible horroroso en un 99% debido a la regla. Tengo comprobado gracias a al estudio empírico de mi misma que la regla me genera dos tipos de humor. El 80% de los meses me provoca tristeza y cabreo. Estoy a la que salto con todo y me cuesta bastante no ir cabreada todo el día. Sobre todo intento controlarme por Miwi y el padre de la criatura. Pero reconozco que esos mese es que no me aguanto ni yo. Tengo dos amigos ambos acuario que ellos lo llaman estar con el “acuario” subido. Como no soy acuario sino leo esos días los tengo cuando estoy con la regla.

Este mes no es de esos. Este mes es de ese 20% en el que cualquier cosa me hace llorar, hoy hasta que me he zampado un donuts de chocolate no levantaba cabeza. Resulta muy duro atender al público, que normalmente no es especialmente amable, en estos días en los que tengo los sentimientos a flor de piel. Así que en realidad mi día horrible horroroso ah sido una sucesión de cosas que no tendrían importancia cualquier otro día pero que hoy se han convertido en un mundo. Que se cayera el sistema, que un trámite se haya quedado colgado, que Miwi estuviera agotado esta mañana y que a mí me doliera todo el cuerpo. Para mitigar un poco mis ganas de echarme llorar hemos tenido una tarde tranquila de juegos en casa que a los dos nos hacía mucha falta.

Además he empezado a usar el IPad tan bonito que me compré hace un mes y medio. 😊

He solicitado una de las plazas de jefa de mi trabajo que ha quedado vacante. No tengo mucha esperanza pero si lo consigo una de mis jefas que me tiene atravesada y que últimamente me esta haciendo la vida más difícil ya no me podrá tocar las narices o por lo menos lo tendrá más difícil. Hasta el jueves hay plazo para solicitar la plaza así que espero salir de dudas pronto.

Desperado

Estaba procrastinando por Instagram hace un momento cuando he visto un concurso en el que tenias que contar una anecdota cantando una canción a pleno pulmón. Y he viajado 23 años en el tiempo.

Cuando era adolescente mis padres se compraron un monovolumen. Poder sentarnos las tres cómodamente es de lo mejor que nos ha pasado en la vida. En el verano de 2015 estábamos de vacaciones en Italia, nosotras tres con mis padres y unos amigos con sus dos hijos. Un día nos metieron a los a los cinco niños adolescentes en el coche juntos y pusieron música. Nuestra música. El caset que mis hermanas y yo habíamos llevado.

Y en medio de la carretera nosotras tres lo dimos todo al rito de Antonio Banderas y Desperado. Lo dimos tanto que a lo que nos dimos cuenta eramos la atracción del resto de los coches que iban por esa carretera.

Hacia años que no pensaba en lo mucho que me había divertido ese día, todo lo que me reí y lo que disfruté.