.jpg)
Mañana empieza una semana que promete ser movidita, tenemos jefe nuevo en la oficina (Se llama Farala... ). ¿Qué sabemos de él? Que no quiere estar aquí, que esta enfadado porque le hayan mandado a un montón de kilómetros de su casa, vamos como casi todo el mundo en mi trabajo, con la diferencia de que si yo estoy de mala leche y frustrada se enteran pocas personas porque no puedo hacer nada. Si el jefe esta cabreado sufriremos todos.
Lo que cualquier lector, entre los miles de seguidores de la obra de Asimov, siempre había anhelado: tener a su alcance la amplísima producción de cuentos que el autor llegó a elaborar. Este primer tomo de la colección completa de cuentos cortos de Isaac Asimov contiene cuarenta y seis títulos, algunos de los cuales ya se han convertido en clásicos del género de la ciencia ficción.
Rayando unas veces en lo erudito, buscando otras la diversión, pero mostrando siempre una amena accesibilidad, los escritos que componen este volumen demuestran la gran diversidad de temas tratados por Asimov y su gran talento como autor.
Arnold Potterley era profesor de historia antigua. Eso no era peligroso. Lo que transformó el mundo imprevisiblemente fue que Potterley parecía un profesor de historia antigua.
Siguiendo mi repaso, algo a destiempo, hoy vamos a repasar las lecturas de febrero. |
| ¿No me digáis que no es chula la portada? |
Os dejo un vídeo muy gracioso del programa Polonia en el que Mariano Rajoy y Cristobal Montoro explican la subida de impuestos.
Sé que soy la pera, esperar a abril para hablar de los libros que me he leído en enero. ¿A quién se le ocurre? Pues a mi que ya tenía los post medio preparados y tener que refundirlos me daba una pereza tremenda; así que hoy empezamos a ponernos al día con enero.
A principios de enero me leí otro de los libros que Mary Higgins Clark ha escrito con su hija, Carol Higgins Clark. Estas dos colaboraciones han sido libros navideños; no sé si es un patrón o simple casualidad. Su segunda colaboración, Ultima oportunidad, es bastante mejor que la primera aunque el asunto del misterio brilla un poco por su ausencia. La historia recuerda, y mucho, a Que bello es vivir; aunque en este caso no se trata de un ángel que esta buscando sus alas sino de alguien que lleva esperando más de cuarenta años a que le dejen entrar en el cielo. El libro es lo que se puede esperar de una historia navideña que nos llegue de los Estados Unidos: buenos muy buenos, una niña triste y unos malos muy malos que al final reciben su merecido.
Aprovechando que estaba en Zaragoza me leí uno de los libros que me regalaron en Navidad y que no me iba a traer a Barcelona; tengo el piso lleno de libros pendientes y he decidido traerme libros conforme vaya devolviendo otros. El escogido fue Amor y amistad de Jane Austen el último libro que me faltaba de la autora. Tras la muerte de Jane Austen sus obras de juventud fueron pasando de familiar en familiar hasta que a mediados del siglo XX una sobrina nieta suya empezó a publicarlos. Sus obras se publicaron en tres volúmenes; en la versión española de esta recopilación están el libro segundo y el tercero completos y parte del primero. Las historias son irregulares, hay algunas muy divertidas. Lo que más me ha llamado la atención es la ironía y mala leche que destilaban sus trabajos iniciales, mucha más que el resto de sus obras; me recordaron mucho a la novela La abadia de Northanger que también destila un tipo de humor parecido.
El último libro de enero, (si ya sé que tres son muy pocos, pero en mi defensa diré que tenía varios en danza que terminé en febrero) fue El poder en la sombra. Hace unos meses cayó en mis manos un recorte en el que hablaban de la película El escritor, recuerdo que cuando salió en el cine tenía muchas ganas de verla pero al final no pudo ser (a día de hoy sigue sin haber sido posible ¬¬) y del libro en el que estaba basada; como el argumento de la película me gustó decidí leerme el libro y estas navidades cayó en mis manos. Como este cayó en Barna no tenía que traerlo. n_n Me encantó, me apasionó, fue de esos libros que no podía soltar, necesitaba seguir con él y tenerlo que dejar me dolía porque necesitaba saber que estaba pasando. Disfruté muchísimo de la novela de Robert Harris y ahora estoy pendiente de conseguir algún libro más suyo en mi biblioteca; preferentemente uno que no sea novela histórica que es un género que no me gusta.
