PRODUCTIVIDAD
Había una vez, en un pueblo, dos hombres que se llamaban Bernardo González. Uno era sacerdote y el otro era taxista.
Quiere el destino que los dos mueran el mismo día. Llegan al cielo donde les espera Dios:
- ¿Tu nombre? - le pregunta al primero.
- Bernardo González.
- ¿El sacerdote?
- No, no, el taxista.
Dios consulta su plantilla y dice:
- Bueno, te has ganado el Paraíso. Te corresponde esta túnica con hilos de oro y esta vara de platino con incrustaciones de rubíes. Puedes pasar.
- Gracia, gracias... - dice el taxista.
Pasan tres personas más, hasta que le toca el turno al cura Bernardo González.
- ¿Tu nombre?
- Bernardo González
- ¿El sacerdote?
- Si.
- MuY bien hijo mío. Te has ganado el Paraíso. Te corresponde esta túnica de lino y esta vara de roble con incrustaciones de granito.
El sacerdote dice: "Perdón. No es por desmerecer pero aquí debe haber un error. ¡Yo soy Bernardo Gonzalez, el sacerdote!
- Si hijo mío, te has ganado el Paraíso. Te corresponde la túnica de lino...
- ¡No, no puede ser! Yo conozco al otro Bernardo González, era un taxista, vivía en mi pueblo, ¡era un desastre como taxista! Se subía a las aceras, chocaba todos los días, una vez se estrelló contra una casa, conducía muy mal, tiraba las farolas, se lo llevaba todo por delante... Y yo me pasé setenta y cinco años de mi vida predicando todos los domingos en la parroquia. ¿Cómo puede ser que a él le den una túnica con hilos de oro y una vara de platino y a mi esto? ¡Tiene que haber un error!
- No hijo mío, no es ningún error - dice Dios. - Lo que ocurre es que aquí, en el cielo, nos hemos acostumbrado a hacer evaluaciones como las que hacéis vosotros en la vida terrenal.
- ¿Cómo?... No entiendo
- Sí, ahora trabajamos por objetivos y resultados. Mira, te voy a explicar tu caso y lo entenderás enseguida. Durante los últimos 75 años cada vez que tú predicabas la gente se dormía; pero cada vez que él conducía, la gente rezaba y... ¡Los Objetivos son los Objetivos!
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Hace 2 horas
3 comentarios:
Muy bueno, efectivamente el taxista había conseguido mejores objetivos y mayor productividad.
Al final todos los jefes son iguales, sólo les importan los resultados. ^^
Es bien cierto, lo importante es que recen, el motivo es lo de menos.
Recuerdo una frase que oí hace poco tiempo en una obra de teatro que se titulaba 'Humo': Lo importante no es que el papa crea en dios, lo que realmente importa es que los cristianos crean en el papa.
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