Una de las cosas que más me gustan de la vida es ir descubriendo cosas por casualidad. Muchas de las series de las que os he hablado en el blog, y de las que no os he hablado pero he visto han llegado a mi vida de forma casual; fuera de los cauces por los que normalmente me acerco a ellas. En el caso de las series asiáticas un título, un enlace perdido... en el caso de las europeas suele ser una imagen. Así llegué a Endeavour, con su imagen promocional.
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Esta es la foto que vi, en este caso sacada de la Wikipedia. |
Estaba buscando otra cosa cuando vi la foto de un inspector paliducho que tenía de fondo los edificios de Oxford (que eran los edificios de Oxford lo averigüé más tarde :P). A mi es que lo de los detectives me pierde, y dentro de ellos los ingleses más. Además me encantan las minitemporadas de
ITV, cuatro capítulos de hora y media y a otra cosa. n_n
En mi caso encontrar hora y media seguida para ver un capítulo entero es lo más dificil. Porque las series de detectives no son como para ver el capítulo a trozos. [Al contrario que Modern Family que he tardado tres días en ver un capítulo de veinte minutos]. Pero una vez que encuentras hora y media para sentarte en el sofá y zambullirte en el mundo de este particular personaje. Todo encaja. Y te encuentras atrapada por la singularidad de Morse, la vida familiar de Thrusday, y unos casos nada evidentes.
La serie de Endeavour es una pre-cuela de la serie Inspector Morse (siete temporadas y cinco especiales) también de ITV, la serie original sigue al Inspector Morse, la nuestra sigue a Morse antes de que se convierta en inspector.
No puedo deciros que es lo mejor de la serie porque sinceramente me gusta todo. Me encanta la la puesta en escena; esa época de finales de los años sesenta con la Guerra aún presente, ese Oxford académico tan elitista que mira por encima del hombro a todos los que no son parte de su microcosmos universitario. Esa policía que desprecia a ese mundo académico pero sin el que no puede vivir. Es la universidad lo que da vida a Oxford, y es esa vida la que trae consigo la muerte que da vida al trabajo de la policía. En medio de estas fuerzas está Endeavour que estudió en la Universidad, pero luego lo dejó y terminó trabajando para la policía. Ambos ambientes lo consideran un traidor, unos no olvidan su pasado y otros odian su presente.
Morse bebe mucho de su etapa en Oxford, es capaz de encontrar las referencias a los clásicos en sus crímenes, es un gran amante de la música clásica y no siente ningún tipo de atracción por la cultura moderna. Lo mejor de él, es la capacidad de análisis y de llegar al fondo de las cosas, “espíritu científico” que lo llama mi padre. Esto ha sucedido de esta manera, pero ¿por qué? Investiga hasta la saciedad hechos aparentemente intrascendentes que luego se revelan fundamentales para la resolución del caso.
Además de tener un gran protagonista, los casos que plantea la serie son muy buenos. Lo digo con conocimiento de causa porque dado que el misterio es mi género favorito en la mayor parte de las series de este tipo ya se quién es el asesino a mitad de capítulo. Por eso soy tan fan de esta serie porque no es evidente, no es fácil dar con el culpable y has de estar atento para que no se te escape nada. El espectador va averiguando las cosas a la vez que lo hace Morse, se te muestran pequeños fragmentos de otros hechos pero en la mayor parte de las ocasiones más para confundir y dar pistas falsas.
Lo peor que puedo decir de la serie es que odio como terminan las temporadas siempre con el corazón en vilo. Sobre todo la segunda. Y encima sin saber cuando va a volver. T_T
Si os gustan las series de misterio no deberías de perderos esta, de momento sólo son nueve capítulos pero merece mucho la pena.