26 de julio de 2015

No pasa nada

Una de las consecuencias de ir a natación con Miwi durante el año es que nos vestimos juntos. Y nos duchamos juntos a la vez que otros niños y niñas y mamás. Lo más normal es que alguno se quede fascinado por las tetas de las madres, da igual niños que niñas. Dejando a un lado esa fascinación anatómica una de las cosas que a Miwi más le llama la atención son las cicatrices de mis rodillas. Supongo que le deben de llamar la atención a todo el mundo pero los adultos no preguntan sobre ellas. A Miwi le encanta tocarlas y yo no soporto que nadie las toque. T_T

Dada la fascinación que siente por ellas al final le expliqué de dónde venían. Le conté que un coche había atropellado a mamá y que esas eran las heridas. 

También se ha dado cuenta de que los coches no me gusta y que los pasos de peatones me dan algo así como miedo.

Pero gracias a eso yo he descubierto que tengo un hijo muy protector. Que cuando vamos andando por la calle y viene alguien en silla de ruedas me dice.

- Cuidado mamá, por aquí, por allí no que hay un coche. -Y me aparta de la silla.

Esta tarde hemos llegado a un nivel extra cuando estando dentro de Casa Suegro se ha oído fuera una moto. Y él ha empezado a darme caricias en la espalda diciendo.

- Tranquila mamá no es un coche, es una moto que está en la calle.

Ha estado así lo menos cinco minutos.

Me gusta ver la clase de persona en la que se está convirtiendo. n_n

2 comentarios:

Muy Fragil dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Muy Fragil dijo...

☺☺☺☺☺☺☺

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