Remeros

Como la semana es muy dura, y para que os olvidéis por un par de minutos de que mañana ya es lunes una historia, probablemente inventada pero que podría ser real y que retrata fielmente como funciona la burocracia en España.

Cuentan las crónicas que se celebró una competición de remeros entre dos equipos, uno compuesto por funcionarios de los Servicios Periféricos de la Delegación Especial de Madrid. Dependencia de Inspección Financiera y Tributaria, dependiente de los Servicios Centrales de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria Departamento de Inspección, y el otro de la Administración Pública Japonesa.

Se dio la salida y los remeros japoneses se empezaron a destacar desde el primer momento. Llegaron a la meta y el equipo madrileño lo hizo con una hora de retraso sobre los nipones.

De vuelta a casa, el Delegado Especial, los Delegados Especiales Adjuntos y los Subdelegados para las Administraciones se reunieron en la Planta 1 (Zona enmoquetada) para analizar las causas de tan bochornosa actuación y llegaron a la siguiente conclusión:

Se ha podido detectar que en el equipo japonés había un jefe y diez remeros, mientras que en el madrileño había diez jefes (el Inspector Regional, 4 Inspectores Regionales Adjuntos, 3 Adjuntos al Inspector Regional, 1 Inspector Adjunto al Inspector Jefe y 1 Adjunto al Inspector Jefe Adjunto) y un remero, por lo que para el año próximo se tomaran las medidas adecuadas.

Al año siguiente se da de nuevo la salida y, nuevamente. el equipo japonés se empieza a distanciar desde la primera remada. El equipo madrileño llegó esta vez con dos horas y media de retraso sobre el nipón.

En la Secretaría General de la Delegación Especial se vuelve la Comisión Gobierno: Delegado Especial, Delegados Especiales Adjuntos, Subdelegados, Jefes de las Dependencias de Aduanas e Impuestos Especiales de Gestión Tributaria, de Inspección, de Informática, de Recaudación, de Servicios, Jefe del Gabinete Técnico, Abogado del Estado Jefe, y 28 Administradores) para estudiar lo acaecido y ven que este año el equipo japonés se ha compuesto nuevamente por un jefe y diez remeros, mientras que el de Madrid, tras las eficaces medidas adoptadas el año anterior por estos responsables, se compuso por un jefe, nueve asesores y un remero. Por lo que, tras un minucioso análisis se llega a la siguiente conclusión:

EL REMERO ES UN INCOMPETENTE

Al año siguiente como no podía ser diferente, el equipo japonés se escapó nada más darse la salida. La trainera madrileña llego con cuatro horas de retraso.

Tras la regata y a fin de evaluar los resultados, se celebró una reunión presidida por el Secretario de Estado de Hacienda y Presidente de la A.E.A.T., la Directora General de la misma, los Directores de Departamento, los Subsecretarios Generales de cada uno de ellos, sus Adjuntos, Asesores y Consejeros Técnicos, llegándose a la siguiente conclusión.

Este año el equipo nipón optó unas vez más por una tripulación tradicional, formada por un jefe y diez remeros. El madrileño, tras una auditoría externa (elaborada por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, la intervención General de la Administración del Estado, y el Tribunal de Cuentas), y el asesoramiento adicional del Gabinete Técnico de la Agencia, el Servicio de Auditoría Interna, la Inspección de Servicios, y el Servicio General de Coordinación de Subdirectores y Unidades de Planificación y Control, optó por una formación mucho más vanguardista, y se compuso por un jefe, siete asesores con gratificación, otro más con productividad doble, un sindicalista liberado y un remero, al que se le había castigado sin gratificación ni productividad por el fracaso de años anteriores.


Tras varias horas de reuniones se acordó que, a partir del próximo año el remero sea de los que se encontrasen en Comisión de Servicios, o que fuese funcionario interino, toda vez que a partir de la vigésimo quinta milla marina, se viene observando cierta dejadez en el remero que tiene la plaza en propiedad, rozando el pasotismo en la línea de meta

No se quien es el autor original de la historia, a mi me la enseñó mi padre hace muchos años. Al autor mi agradecimiento. Buena semana a todos