¿Besando Ranas?

Como había prometido hoy voy a explicar el nombre del blog. La mayoría de la gente que me conoce y que sabe que escribo un blog también me lo pregunta. El nombre del blog se me ocurrió en Junio cuando pensé por primera vez que estaría bien tener un blog.

Supongo que todos conoceréis el cuento de El príncipe rana, por si acaso os explico. La princesa pierde su pelota y una rana se la devuelve, a cambio ella tiene que cuidarla, pero la princesa trata de engañarla. Al final del cuento la besa y ¡Oh sorpresa! la rana se transforma en un príncipe. La princesa era una criatura, a mi entender, bastante egoísta y se merecía un castigo. Dado que en esa época los niños eran unos seres más bien molestos que nos robaban las muñecas en la guardería y no nos dejaban jugar con ellos a la pelota; lo lié todo. Con la lógica que tienen los niños mi conclusión fue que si la rana se transformaba en un príncipe, por muy contenta que la princesa se pusiera eso; era un castigo. Lógica de mis cinco años, un príncipe es un castigo.

Estaba claro que lo que habían hecho al transformar a la rana en un príncipe era castigar a la princesa. Después de eso llegue a la conclusión de que la princesa habría hecho mejor sin besar a la rana y además ¿para que quería un príncipe? Desde entonces la idea de encontrar a un "príncipe azul", expresión que a la gente le encanta, me repatea los higadillos.

Hace muchos años un amigo me preguntó si no había encontrado a mi príncipe. Mi respuesta fue que todavía estaba besando ranas. El pobre se quedo echo polvo. No he vuelto a contestar así, pero lo he pensado. Cada vez que alguien me pregunta si tengo novio, me dan muchas ganas de responder lo mismo, y hace un año la pregunta era muy constante. La frase favorita de algunas personas. Por eso, porque estoy harta de que me lo pregunten, el nombre del blog. No tengo novio. Estoy besando ranas y estoy muy contenta.

Pensé que si lo escribía en el blog, la gente dejaría de preguntarme. Lo gracioso nadie de mi familia lee el blog y a mí me siguen martillando con la misma pregunta.