


Feliz semana a todos ^_^
Un poco más lento de lo que yo esperaba pero por fin se ha terminado de subir el capítulo 9 de Smiling Pasta.
Ya he empezado con el 10 que vaya usted a saber cuando estará listo.
Voy a tratar de resubir los capítulos del 4 al 6 esta tarde ya que hace un rato han terminado de subirse el 7 y el 8 y me parece mal colgarlos sin haber puesto los anteriores.
De momento os dejo el 4
CARTA A UN MALTRATADOR
Querido Manolo:
Se me hace difícil elegir "querido" entre los adjetivos que leo sobre ti últimamente. En estos días, la gente que te conoce dice a la presa cosas como que tenías un carácter serio, fuerte pero "cómo podíamos imaginar que iba a". Los vecinos más cercanos afirman que vuestra relación era "normal, nunca escuchamos nada raro". Yo sé que no fue así. En el entierro de Margarita me sentí cómplice. Qué irónico, ¿verdad? Me siento tu maldito compinche y tú - "me volví loco, no se lo que me pasó"- ni siquiera te sientes del todo culpable.
Siempre fue así, ¿recuerdas? Tu decías que le daba demasiadas vueltas a las cosas y yo, admirado por la pasión que ponías en cada palabra, te daba la razón. Poco a poco fui tomando como normal que silbaras a las chicas en la calle y le cortaras el paso con uno de tus bestiales piropos aprendidos de no sé dónde. Incluso las amigas más íntimas eran para ti, o eso decías, "cacho carne con ojos" cuyo único interés era si "tragaban" o no. Años de militancia con mujeres me salvarían de adoptar tu macabra filosofía, pero en las contadas ocasiones en que nos vimos durante aquella turbulenta época, mi preocupación era más contagiarte de mis ideas que debatir tus disparates. Al contrario, tus tretas y humillaciones hacia ellas te daban entre nosotros cierta aureola de prestigio.
Unos años después volvía al barrio y alquilé un piso debajo del tuyo. Coincidíamos en la peña y , una vez, salimos los cuatro a cenar; Margarita, callada, asentía cortésmente y tú sólo tenías oídos para mí y ojos para Elena. Una noche sentí ruidos en el piso de arriba, en tu piso, Manolo. Se oía una conversación violenta, "increscendo". No era la primera. Salí a la terraza, oí como un cristal roto y un rosario de ays- "¡Es Margarita!", pensé- me sobrecogió. Aunque los gritos aumentaban ya sólo se escuchaba la voz masculina y un llanto continuado. Me sudaban las manos, incluso hice el gesto de salir al rellano un par de veces pero me sentía paralizado por la complicidad y por el miedo. Levanté el teléfono, pensé llamar a alguien pero un portazo sacudió el hueco de la escalera. Alguien bajaba rápidamente mascullando maldiciones. Te vi pasar por la mirilla congestionad y fugaz.
Arriba los gritos habían cesado y yo respiré aliviado. Sólo si ponía atención podía captar un lamento que se apagaba. Dudé entre subir a interesarme por Margarita o bajar a buscarte. Al final me quedé en el sofá aplastado moralmente. Ni siquiera lo comenté con Elena cuando volvió a casa, ¡sentía tanto asco de Manolo... y de mí!
hubo más noches como aquella. Mi actitud contigo cambió. Empecé a rehuirte -mi segundo error-, esquivaba los bares donde podía encontrarte y buscaba excusas para no beber "la penúltima" contigo. Y la verdad es que te hacía falta hablar. Por días te dejabas ir, tu mirada había perdido aquella chispa de pasión y te encerrabas en un cerco de silencio. La última vez que te vi en la peña, los titulares del telediario anunciaban el asesinato de otra mujer. "Algo habrá hecho", dijiste mientras una bandada de sombras se te posaba en los ojos. Alrededor tuyo, un eco de asentimientos masculinos te devolvió, por unos momentos, unas gotas de autoestima. Era tu oscura forma de pedir ayuda pero y, una vez más, guardé silencio tragándome las razones que necesitabas oír.
La última vez que vi a Margarita fue unas horas antes de que la apuñalaras. Me había acostumbrado a verla con sus eternas gafas negras y la rebeca que llevaba para ocultar las marcas de tu tortura. Nos hacíamos "el cerco" mutuamente desde aquella noche. Me avergonzaba su cobardía y ella, no sé, supongo que veía en mí al colega de su verdugo. Subía la escalera a tu casa, a su particular cadalso de cada día.
Ni siquiera fui yo quien llamó a la policía al escuchar "¡Que me mata, socorro!". Sólo me atreví a mirar por la ventana cuando se llevaban el cuerpo de Margarita en una ambulancia cansina e inútil y tú salías esposado en otra dirección. Me rompí por dentro, Manolo. No he podido dormir desde entonces: sueño que soy el que está en la cárcel, el que da las puñaladas o quien agoniza en un charco de sangre. ¡Nunca más Manolo, nunca más! ¡Nunca más callaré en el bar cuando otro salvaje como tú justifique un crimen! ¡Nunca más evitaré su presencia!, la de otro Manolo como tú, por no enfrentarme a su violencia. ¡Nunca más dejaré que otra margarita llore sola en el piso de arriba! Una parte de mí, Manolo, estará eternamente encerrada contigo y otra parte murió con ella. La que queda dolorosamente viva tendrá siempre dos razones para ti y un refugio para ella. Otros, Manolo, se conjuran para que pagues tu crimen eternamente. Yo, hoy, sólo puedo llevar crisantemos a Margarita con la promesa de que nunca, nunca más, volverán a matarla con mi complicidad. Lo siento. Nunca más.
Juan
Lo he resubido esta mañana pero no se cuanto tiempo de vida le queda, así que por favor recordar el share. ^_^
Os dejo el segundo capítulo.
La subida inicial fue hace un mes así que está a punto de caducarse cuando lo haga lo volveré a subir. Pero por favor recordar hacer share.
ETAPAS DEL SÁBADO POR LA NOCHE
ETAPA 1. Cubatas cortitos o quintos de cerveza.
ETAPA 2. Cubatas largos o cervezones.
ETAPA 3. Exaltación de la amistad y el parentesco.
3.1. Mutuas gracias y virtudes
3.2. Yo te quiero como a un hermano/a
3.3. Antes me caías mal, pero ahora que te conozco mejor...
ETAPA 4. Cantos alegóricos y bailes regionales
4.1. Fuera inhibiciones
ETAPA 5. La demostración de la verdadera situación entre la gente
5.1. "En realidad siempre me gustaste..."
5.2. "Es que yo no quiero ser solamente tu amigo/a"
ETAPA 6. Aumento de la temperatura y acoso sexual
6.1. Auto presentación con desconocidos
6.2. Llamadas reveladoras a los/las ex: "No puedo dejar de pensar en ti"
6.3. Miradas de odio a quién dejó al amigo/a
ETAPA 7. Revelación de la verdadera personalidad
7.1. El depresivo
7.2. El buitrón
7.3. El simpatías o mil chistes
7.4. El superdotado
7.5. El políglota
7.6. El corriente
7.7. El trotamundos o viajero
ETAPA 8. Degradación del idioma
ETAPA 9. Puteos a la Iglesia y al Estado
ETAPA 10. Autosuficiencia moral y económica
10.1. Entiendo todo perfectamente
10.2. Yo pago
10.3. ¡Yo conduzco, que estoy menos ciego!
10.4. Estoy bien
ETAPA 11. Transmisión de la culpabilidad
11.1. Algo le echaron a esta bebida...
11.2. Es el hielo, algo le pusieron
ETAPA 12. Repentina pérdida del equilibrio
12.1. Caída libre o resbalones
ETAPA 13. Caída del sistema
13.1. Ya está, voy hasta el culo
ETAPA 14. Destrucción del inmueble
14.1. Pérdida total de la memoria... sentado en el bar con cara de destruido/a
ETAPA 15. Difícil desalojo del inmueble
15.1. "Yo no me quiero ir del antro... ¡estoy bien! ¡me tropecé nada más!"
ETAPA 16. ¡¡Nos ponemos chungos!!
16.1. Abrazo al ídolo de porcelana (retrete)... o donde te sostengas
ETAPA 17. Haciendo tierra o tirando el ancla
ETAPA 18.Taquicardia y delirio de persecución
ETAPA 19. Amnesia, perdida de valor moral y juramentos posteriores
19.1. ¿Qué soy novio/a de quién?
19.2. ¿Qué besé a quién?
19.3. ¿Qué me acosté con quién?
19.4. "...no me acuerdo de nada..."
ETAPA 20. Recuento de los daños
20.1. ¿Y mi teléfono? ¿Dónde está mi cartera?
20.2. ¿Quién me quemó con un cigarro?
20.3. ¿Y este moretón?
20.4. ¿Las llaves?
ETAPA 21. ¿Porque les hice caso? sino hubiera ido...
ETAPA 22. No vuelvo a beber en mi vida... (clásico)
¡Brindemos por la amistad
por las amigas
por los amigos
por los amigos que vendrán
por los que alguna vez fueron amigos
por los que nunca serán amigos
por los que siempre serán amigos
por nosotros
por... todoz nozotoz
por las próximas fiestas!
FABADA
(según consejo de mi primu Suárez, aunque éste tal vez discrepe)
Ingredientes para 4 o 5 individuos normales y razonablemente sanos
300 gr. de compango asturiano (1 chorizo, 1 morcilla y 100 gr. de panceta salada)
Unas hebras de azafrán.
Agüita de la fuente de la mujer enamorada.
Pondremos las fabes a remojo en agua fría al menos 12 horas antes de comenzar su cocción. A la hora de elegir el perol deberemos tener en cuenta que duplicarán su volumen en este proceso.
Tras escurrirlas añadiremos el compango (la morcilla, el chorizo y la panceta) y cubriremos todo ello de agua. Caso de no disponer del tipo de agua recomendada (es mi caso) recomiendo usar mineral.
Pondremos a cocer a fuego muy lento por espacio de unas 3 horas, aunque conviene que las probemos a partir de la segunda hora, ya que este tiempo puede variar de unas fabes a otras y también del agua empleada. En la última fase de la cocción añadiremos el azafrán previamente tostado y, aunque no suele ser necesario, rectificaremos de sal.
Por último añadiré algunos consejos:
En todo momento deben estar cubiertas por uno o dos dedos de agua.
Si nos gustan las salsas ‘gordas’, al final podemos pasar algunas fabes por el colador chino e incorporar esta pasta a la cazuela agitándola vigorosamente.
Nunca debemos remover pues haríamos puré en lugar de fabada, si es necesario agitaremos el perol a modo de un ‘pil-pil’.
Este guiso, como otros muchos, gana en sabor y mejora su textura si se consume uno o dos días después de cocinado.
Es conveniente dejarlas algo caldosas si calculamos que van a sobrar o pretendemos congelarlas, de otro modo puede complicarse el proceso de recalentado.
Cuatro Madres católicas
Cuatro madres católicas están tomando café y hablando de lo importantes que son sus hijos.
La primera les dice a sus amigas:
"Mi hijo es cura. Cuando entra en una habitación, la gente le dice: Padre"
La segunda madre comenta:
"Mi hijo es obispo. Cuando entra en una habitación, la gente le dice: Su Excelencia"
La tercera dice toda orgullosa:
"No es que quiera daros envidia, pero mi hijo es un cardenal. Cuando entra en una habitación, la gente le dice: Su Eminencia"
La cuarta madre sigue dando sorbos a su taza de café.
Las otras la miran con cara interrogante. Entonces dice
"Mi hijo está como un tren, mide 1'90, es musculoso y hace striptease. Siempre que entra en una habitación la gente le dice: ¡Oh, Dios mío!"
En Septiembre fueron tres las Frases de la Semana:
"Toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla."
Anónimo
"La libertad no es nada cuando se convierte en un privilegio"
Rosa Luxemburgo
"Traté de ahogar mis penas en alcohol, pero las desgracias aprendieron a nadar"
Frida Kahlo